Castro-Castalia Bullmastiffs

Stock de calidad, clave del exito, Castro-Castalia Bullmastiffs
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El arte de Criar perros de Raza

Stock de calidad, clave del exito, Castro-Castalia Bullmastiffs

Malcom X de Castro-Castalia

Hace algunos días, a raíz de la publicación del capítulo anterior de la serie, recibí entre muchas otras, una consulta que me llamó poderosamente la atención. La persona que me enviaba el mail decía sentirse atraída por la idea de convertirse en criador canino y según me explicaba, la atracción había nacido precisamente de la lectura de mi artículo. De alguna manera era como si a raíz de eso hubiera sentido una “llamada”… y me preguntaba entonces qué era lo imprescindible para empezar con buen pié. Lógicamente sugería a esa persona que leyera uno a uno todos los capítulos de la serie y le envié un amplio listado de libros de obligada lectura para “ponerse en situación”.

Esta persona me preguntaba además si, cuando opté por criar Bullmastiffs, hice algún “estudio de mercado” para saber si la raza tenía la suficiente demanda o si por el contrario lo había hecho movida exclusivamente por la pasión que siento por estos colosos del reino canino. Obviamente le contesté que mi único interés a la hora de criar Bullmastiffs, residía en el hecho de querer compartir con otras familias estos bonachones de mirada triste y penetrante.

Finalmente me pedía que le orientara sobre cuáles eran las claves de mi éxito y qué era lo “imprescindible” para que también ella, en un futuro no muy lejano, saboreara estas mieles.

No me cansaré de decirlo… para que un programa de cría resulte exitoso, necesariamente ha de contar con ejemplares de la máxima calidad, tanto machos como hembras. En la crianza canina, como en tantos otros aspectos de la vida no hay truco, ni milagro. O se es un verdadero “profesional”, un criador responsable, conocedor de la materia, enterado, curioso, honesto y ambicioso (en el sentido de buscar siempre lo mejor, no en términos de querer hacer dinero a costa de los perros, algo que a mi entender desvirtúa el sentido de verdadero “hobby” que debe tener la crianza canina bien entendida y bien hecha).

El criador experto y entendido sabe perfectamente que hay que planificar las camadas con mucha antelación y teniendo en cuenta no sólo el presente o el futuro inmediato, sino el muy largo plazo; me explico. Todos los perros, por hermosos que sean, presentan algún defecto. Unos pueden ser obvios, es decir, apreciables a simple vista, como por ejemplo pequeñas desviaciones del estándar. Otros, sencillamente están ocultos. Ya vimos hasta qué punto es importante la heredad, cuánto arrojan a los nuevos cachorros padres, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos. Pero conviene que nuevamente insistamos en ello.

Hoy en día ya contamos con suficientes herramientas clínicas para poder detectar con gran fiabilidad, mediante pruebas de sangre (por ejemplo para descartar hipertiroidismo hereditario), rayos X (para descartar ciertas deformidades óseas transmisibles), exámenes oculares (para descartar problemas como la atrofia retinal progresiva, el entropión y el ectropion, etc.) biopsias u otros exámenes específicos, toda una serie de enfermedades y anomalías que son susceptibles de ser transmitidas de padres a hijos. Estos avances ponen al alcance de nuestras manos la posibilidad de evitar cruzar a un ejemplar afectado de cualquiera de estos y otros problemas y así no continuar perpetuándolos.

Bien es cierto que queda mucho por hacer y que apenas estamos empezando a vislumbrar la importancia que esta posibilidad de detectar precozmente enfermedades y defectos genéticos transmisibles tiene, por cuanto sabiendo de antemano si A o B o C padecen o son susceptibles de ser portadores de tal o cual mal, podremos optar por no elegirlos como padres o madres de futuras camadas y contribuir así a erradicar dichas anomalías. Pero es indudable que mirar para otro lado es una irresponsabilidad manifiesta, que dice muy poco del que pretende continuar ignorando que alguno de sus ejemplares puede ser causa de muchos sinsabores futuros, por cuanto, empleándolo para la cría, está multiplicando el problema a sabiendas de que terceras personas (léase futuros propietarios) tendrán que hacerse responsables del cuidado de animales poco sanos.

Pongo un ejemplo; no hace tanto, en una conversación de las muchas que sostengo habitualmente con mi equipo de Veterinarios, me comentaba uno de ellos cómo otro colega suyo tenía por principal y “especialísimo” cliente a un pseudo-criador (lo siento, no puedo llamarle de otra manera…) de perros de raza de pequeña talla, que llevaba años criando ejemplares mayoritariamente afectados del llamado “shunt portosistémico”, un problema gravísimo de hígado que afecta a animales jóvenes, habitualmente de menos de un año de edad, y que es el resultado de un desarrollo anormal de los vasos sanguíneos en el feto. El Veterinario en cuestión parece “encantado” porque, gracias a la perpetuación del defecto en cuestión por parte del ¿criador?, tenía muchos nuevos “clientes” que necesariamente acababan por ir a su consulta con los cachorritos más muertos que vivos; una intervención quirúrgica “in extremis”, salvaba la vida de muchos de ellos (que no de todos). Y el pseudo-criador continúa, erre que erre, criando perros con ese problema, eso sí, disimulándolo a base de decirle a los futuros propietarios que como se trata de “ejemplares miniatura” es “fácil” que presenten problemas digestivos y que para evitarlos, es importante ofrecerles una alimentación baja en proteínas… sobran los comentarios, ¿o no?.

Este, que es un caso real, no es ni mucho menos único. El elenco de “trampas” es inmenso y se me vienen a la cabeza cientos de historias parecidas como la de aquél otro “pseudo-criador” que adquirió un semental en el extranjero con la cola doblemente partida, y que me vino a decir que no se trataba de un defecto hereditario, sino del resultado de un accidente de coche… todavía hoy los descendientes del pobre accidentado continúan presentando, en un elevado porcentaje, colas partidas y cabe preguntarse qué tipo accidente automovilístico implica que hijos, nietos y bisnietos sufran las mismas secuelas. Sirvan estas anécdotas para la reflexión. Y más aún, de verdadero acicate para la conciencia de quienes, queriendo criar perros de raza ahora o en el futuro, todavía no tengan muy clara la importancia de emplear sólo los mejores ejemplares en su programa de cría.

Ya se sabe que “la mujer del César, además de ser honesta debe parecerlo”, pero si al final las personas que se dedican a criar perros de raza con malas artes no son capaces de ponerse la mano en el corazón y rectificar por sí mismas, quizás en un futuro no tan lejano se vean abocadas a hacerlo por necesidad, por imperativo legal, porque cada vez son más las Sociedades Caninas que exigen pruebas de ADN a los ejemplares que vayan a dedicarse a la cría.

De ello y del estudio del Genoma Canino hablaremos en el próximo capítulo.

El Arte de Criar Perros de Raza La Crianza es un Arte
Necesidad de un Mentor
La Dificil Eleccion
La Eleccion del Semental
Las Garantias de Paternidad
Algunas Nociones de Genetica
Fenotipo y Genotipo
La Seleccion a manos del Hombre
Endogamia y Exogamia
Stock de Calidad, Clave del Exito
Diferencias entre Lineas de Sangre y Afijos
El Genoma Caninos
De Mutaciones y Hereditabilidad
La Ignorancia es siempre Imperdonable
El Control Desordenes Geneticos
Incidencia Desordenes Geneticos
Transmision Desordenes Geneticos
La Solidez Programa de Cria
Montas y Partos Naturales, Exigencias del Guion
Herpes Virus, El Enemigo Silente
Ventajas y desventajas de la endogamia
Grupo de Cria

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito).

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