Nano con 15 meses

En este apartado intentaremos fijar las pautas para una adecuada construcción de un grupo de cría, por supuesto que solo se trata de dar unas ligeras pinceladas, el lector que se este planteando la posibilidad de iniciarse, deberá profundizar en la opción elegida, además de convencer a un criador reputado para que se convierta en su mentor, al que poder acudir con dudas e inquietudes, esto, que a priori puede resultar una tarea difícil, si nuestros objetivos son serios y vamos con el espíritu de intentar mejorar la raza, comprobaremos que no es tan complicado, ellos casi siempre están disponibles para ayudar a neófitos con criterios serios, puesto que los nuevos no significan competencia, para ellos solo serás otra posibilidad de mejorar la raza de sus amores, y a la postre, es lo único que les importa.

Lo primero que debe plantearse una persona que tenga en mente iniciar la cría, ya sea profesionalmente, o de forma amateur, es que va a traer al mundo seres vivos, con sentimientos y que su responsabilidad hacia estos es total, ya que será el causante de su aparición en este mundo, y su responsabilidad ira mas allá de la venta del cachorro. Si su deseo de criar va ligado únicamente al deseo de conseguir unos ingresos extras o recuperar con creces lo que costo su cachorro (todos han pensado en ello alguna vez), olvídese, eso es solo el cuanto de la lechera, si suma los gastos veterinarios, alimentación, vacunas, etc…, vera que su beneficio económico no es el esperado.

Lo principal a hacer es fijarnos unos objetivos, establecer un fin, tanto en el carácter como en las características, y asignaremos una puntuación a cada una de ellas, por orden de importancia, con el fin de buscar “nuestra perfección” dentro de la raza escogida y una vez alcanzado, buscaremos los ejemplares que mas se acercan a nuestro ideal, buceando en pedigríes, fotografías y visitando un sin fin de webs, solo así estaremos tranquilos una vez que decidamos cual es el ejemplar que queremos para nosotros. Tenemos que tener claro que solo será un punto de partida, no necesariamente coincidirá con el resultado final, ya que en medio, después de una serena reflexión, podemos variarlo de acuerdo con los nuevos conocimientos que hayamos adquirido.

Existe un camino fácil y rápido, pero, elementalmente, caro, que es la selección de un criador reputado, que haya conseguido su propia línea de sangre perfectamente definida y que sus características encajen lo mas posible, con nuestros criterios y puntuaciones, tomaremos dos o tres hembras y un macho, adultos, para evitarnos sorpresas, puesto que siempre esta presente la posibilidad de una anomalía genética y después de proveernos de los conocimientos necesarios, estaremos en disposición inmediata de comenzar nuestro programa de cría con total garantía, evidentemente, esta posibilidad, lo único que nos garantiza es el éxito inicial y nos mantiene atados, ya que ha sido otro el que ha fijado nuestra posible evolución y salvo que el criador haya sido concienzudo explicando su método, tanto en objetivos como en incompatibilidades, será bastante difícil el que podamos continuarlo y mejorarlo y nos habremos perdido lo mejor, formar nuestros propios ejemplares de acuerdo a nuestros criterios, aprendiendo, día a día, con su evolución, disfrutando viendo como se construye nuestro ideal en la raza seleccionada.

Otra forma de iniciar nuestro grupo de cría, es la búsqueda de dos o tres hembras y de un semental, de diferentes criadores pero que cada uno de ellos tenga las características deseadas, realizando, posteriormente, los cruces necesarios para ir implementando nuestro criterio, para la selección deberemos tener siempre presente nuestra puntuación, intentando acercarnos lo más posible a nuestro ideal, teniendo en cuenta siempre que en ella, deberemos incorporar los progenitores, con el fin de tener mas elementos de juicio que nos permitan viajar en el camino adecuado. Realizaremos proyecciones, mezclando las diferentes hembras con el macho y viendo cuales serian los posibles resultados, de esta forma podremos prever cuales de los cruces es el que nos conviene en el momento, de las camadas nacidas nos quedaremos con los ejemplares hembras que mas se adecuen a nuestro proyecto. Este tipo de grupo de cría tiene el inconveniente que nos limita a un solo macho, con el que podremos realizar pocas variaciones en ese sentido, pero si bien nos limita las variaciones, también minimiza los riesgos y siempre nos quedará la posibilidad de buscar un semental externo.

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito)