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Xerxes de Castro-Castalia Tanto así que surgen movimientos de apoyo desde todas partes y se crean dos Clubes de raza, uno de los cuales es el Club Français du Chien de Berger des Pyrénées (CFCBP), fundado en 1921 en la localidad de Pau y encabezado por el Coronel Tolet que también había tenido un papel muy significativo en la promoción y el reconocimiento de la raza durante la Gran Guerra, apoyado por el Dr. Ereibert y los Sres. Ségalet, Caron-Savalle y Pouey, desde el principio. Ese mismo año, y aún cuando la raza todavía no goza del reconocimiento oficial, algunos ejemplares empiezan a ser presentados en Exposiciones organizadas por la S.C.C., a pesar de estar consideradas como “variedades locales” y pendiente su homologación definitiva; así, el macho “Farou”, que es propiedad del Sr. Dardignac, gana el 1er premio de la Clase Abierta de Machos en el mes de junio en Toulouse, y un mes después, en Paris, “L’ Ami” gana la Clase Abierta Machos mientras que dos hembras, “Fine” y “Fine-Mouche”, reciben ex-aequo esa misma distinción en la Clase Abierta de Hembras; los tres ejemplares son propiedad de Poeuy, a la sazón vicepresidente del CFCBP. En 1923 se pone en marcha otro Club, llamado Reunión des Amateurs de Chiens Pyrénéens (R.A.C.P.), que cobija no sólo al PdP sino también al Perro de Montaña de los Pirineos, fundado por Bernard Senac-Lagrange –que muchos años antes, en 1907, había fundado también el Pastou Club, el primer club dedicado a los Perros de Montaña de los Pirineos--, con el respaldo de Cazaux Moutou, un conocido cinólogo de la época. Senac-Lagrange será luego quien se encargue de redactar el primer estándar oficial de la raza. En 1925 el PdP es finalmente reconocido por el Club Français du Chien de Berger y un año después, siendo Senac-Lagrange vice-presidente de la S.C.C., la raza recibe su reconocimiento oficial por parte de esta institución y del propio Ministerio de Agricultura, con lo que ya puede participar oficialmente en cualquier exposición canina organizada por el S.C.C., lo que efectivamente hace ese mismo año en la nueva edición del Concours Général Agricole. Un año más tarde, ya en 1927, el Dr. en Veterinaria Dutrey presenta en la Facultad de Medicina de Toulouse, su tesis doctoral titulada “Le berceau d’une race canine, le Chien de Berger des Pyrénées” que se convierte en el primer estudio verdaderamente serio, completo y documentado sobre la raza, sus peculiaridades y su origen y que, lamentablemente, ha sido ignorado por muchos durante demasiado tiempo. Mil novecientos treinta y tres es otra fecha clave para la raza, por cuanto es entonces cuando en el L.O.F., Livre des origines français, se realiza la inscripción del primer PdP. Un macho gris arlequín, de nombre “Hendaye de la Croix des Bousquets”, hijo de “Marmot” y de “Marquise” y nacido el 18 de febrero de ese mismo año, cuya criadora es la Sra. Caron-Savalle. Nunca se hará suficiente justicia al papel que jugaron los PdP durante la segunda parte de la Gran Guerra ni tampoco conoceremos los nombres de todos los valientes perros que perecieron en el campo de batalla, pero conocemos el nombre y las hazañas de uno de esos héroes caninos, “Pastou”, perro de enlace 1163B2, que en apenas once minutos logró cubrir 3 kilómetros de terreno, salvando de perecer a 48 soldados, parte de una compañía de infantería. “Pastou” murió poco después bajo el fuego enemigo, pero con su valentía y rapidez salvó muchas vidas.
(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito) |