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Aunque a priori pueda perecernos sorprendente, se trata de un sistema curativo que aplica a las enfermedades en mínimas dosis, las mismas sustancias que, en mayores cantidades, producirían al individuo sano síntomas iguales o parecidos a aquellos que se trata de combatir en cada caso. El "principio de la similaridad" existe desde cientos de años antes de nuestra Era, si bien no ha sido hasta hace tan pocos como doscientos, cuando un medico alemán de nombre Hahnemann "redescubrió" este sistema, redactando un tratado sobre las enfermedades y sus remedios, convencido de que la homeopatía sirve para tratar al individuo en su conjunto, tanto si se trata de desarreglos emocionales como mentales o físicos, para lo que según su técnica solo hay que emplear sustancias similares --pero potenciadas-- a aquellas otras que causan la enfermedad, mientras que, por contra, la medicina convencional lo que busca son antídotos contra las diferentes patologías. A MAS DILUCION, MAYOR CURACION Aun cuando pueda parecernos totalmente antagónico, increíble e irracional, lo cierto es que este sistema curativo funciona y funciona asimimilando --casi siempre en forma de comprimidos, tabletas, capsulas y a veces en gotas o inyecciones-- sustancias idénticas o similares a las que causan el trastorno; tan es así que, por citar un ejemplo fácilmente comprensible, para tratar un cuadro de fiebre alta en el que la sintomatología es similar a la de una intoxicación por "belladona", se administrara, precisamente... "belladona" potenciada. Sin embargo la "belladona" estará diluida tantas veces cuantas sean necesarias para que al final del proceso solo subsista lo que daríamos en llamar su "energía" o "potencia vital" y de hecho es precisamente por eso por lo que se puede decir que, a mas dilución, mayor curación. De hecho el principio fundamental en el que reside la filosofía de la homeoterapia es que no trata de curar la enfermedad, sino que cura al individuo CON la propia enfermedad o, como ya dije al principio, "con mas de lo mismo". VEINTE AÑOS DE HISTORIA La aplicación de las técnicas homeopáticas en animales domésticos es relativamente reciente y cuenta apenas con escasos veinte años de historia; su impulsor fue el Dr. Macleod, quien escribió innumerables trabajos sobre las aplicaciones de este sistema curativo en perros, gatos, caballos, en el ganado y los animales de granja, que continúan siendo de imprescindible referencia para cualquier persona que quiera acercarse y conocer a fondo las innumerables posibilidades que estos tratamientos ofrecen. BASES PARA UN CORRECTO DIAGNOSTICO Lógicamente antes de proceder a recomendar cualquier tratamiento el homeópata necesita hacerse una idea lo mas extensa posible del cuadro de síntomas aun cuando, desgraciadamente, es muy común que los propietarios acudan a esta alternativa natural solo después de que los tratamientos convencionales se hayan mostrado inútiles e incluso dañinos, razón esta por la que la mayoría de los individuos que llegan a la consulta de un homeópata están francamente depauperados y muestran una serie de síntomas --producidos mas por los efectos secundarios del tratamiento llevado a cabo hasta ese momento, que por la propia enfermedad-- que no hacen mas que encubrir el verdadero origen de la afección. Es por eso por lo que una conocida veterinaria-homeópata británica, la Dra. Third-Carter llego a definir este sistema terapéutico como si de alguna manera al intentar hacer un diagnostico previo al tratamiento "se hubiera de pelar una cebolla, capa por capa”. Así, resulta imprescindible hacerse un cuadro general antes de proceder a recetar cualquier tratamiento, para lo que el especialista deberá conocer cuales son los síntomas de enfermedad (alteraciones gástricas, diarreas, vómitos o nauseas, letargo, anorexia, etc.), el tiempo que hace que el animal padece estos síntomas, la constitución y el carácter propio de cada raza (no es desde luego lo mismo un Mastín que un Yorkshire Terrier), las características individuales de cada paciente (personalidad, comportamiento, etc.), otros signos incompatibles entre si, al menos en apariencia (como tener mucha sed, pero a cambio orinar poco o tener fiebre alta y sin embargo no sufrir tiritona cuando la temperatura sube drásticamente, etc.) y, finalmente, si la sintomatología especifica según cada caso mejora o empeora en determinadas circunstancias (por ejemplo, si una cojera es mas patente "en frio" o "en caliente", etc.). SENTIRSE PEOR PARA MEJORAR A la vista de lo dicho y de lo que viene ahora, el profano sin duda se sentirá inclinado a pensar que este es el tratamiento de la incoherencia por cuanto, al contrario de lo que nos dicta el sentido común, la mayoría de los tratamientos homeopáticos necesariamente harán al individuo sentirse peor para mejorar; me explico. Como quiera que los remedios a emplear tratan de estimular el propio mecanismo inmunológico y curativo de cada organismo, para que se defienda de la enfermedad que le afecta, casi siempre el proceso de curación habrá de pasar por un agravamiento inicial de los síntomas lo cual, aunque parezca extraño, es la mejor constatación de que se ha acertado en el diagnostico y mas aun en el tratamiento. Claro que tampoco se trata de que el animal haya de sufrir mas de lo que ya sufre para llegar a curarse, por lo que un seguimiento muy directo y cercano por parte del terapeuta de las reacciones del individuo, sobretodo durante las primeras 24-48 horas del tratamiento es fundamental. LOS REMEDIOS Los remedios homeopáticos proceden, en su mayoría, de plantas, de minerales y de animales y son preparados por farmacéuticos cualificados y expertos que los producen mediante la dilución de las sustancias originales en agua o alcohol, cientos e incluso miles de veces, para extraer toda su energía curativa. Esto explica que homeopatía se empleen venenos que, en condiciones normales, resultan peligrosísimos e incluso tantas veces mortales para nosotros y para nuestras mascotas y que, sin embargo, después de pasar por este largo y complicado proceso, se convierten en los mejores aliados de su salud y de la nuestra. De hecho en casi cada "botiquín homeopático" encontraremos sustancias tan toxicas como la aconita, la árnica, la belladona o el mercurio, por citar solo algunos de entre los que, por temidos, mejor conocemos. AFECCIONES QUE RESPONDEN BIEN A LA HOMEOPATIA
COMO MANEJAR Y ADMINISTRAR LOS MEDICAMENTOS HOMEOPATICOS
Algunos remedios Homeopaticos y su aplicacion
ANTES DE ADMINISTRAR ALGUNOS DE LOS PRODUCTOS DADOS, CONSULTAR CON UN VETERINARIO HOMEOPATA O NATURISTA. (Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito) |