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"El mayor pecado es ver un cachorro perdido con el rabo entre las piernas...y pasar de largo" No siempre resulta fácil encontrar alojamientos en nuestro país dónde se acepte gustosamente la presencia de perros, sobretodo si estos son de gran tamaño. Estamos muy lejos de parecernos a nuestros vecinos europeos en este sentido y en muchas otras cosas relacionadas con la tenencia de mascotas… pero poco a poco parece que se va generando una mayor conciencia al respecto y va siendo menos complicado encontrar establecimientos hoteleros, apartamentos y campings dónde alojarse acompañados de perros y gatos, aunque en la mayoría de los casos sea necesario pagar una suma diaria extra por ese concepto. De hecho incluso existe en el mercado una Guía de Alojamientos Hosteleros dónde se aceptan perros que es actualizada cada año por la Fundación Purina. Un perro sano, bien educado y acostumbrado a convivir entre humanos aceptará sin dificultades los cambios que se producen en su rutina, si ha de salir de casa durante varios días y permanecer en un lugar distinto al habitual, tanto si se trata de un hotel como de un apartamento de alquiler, la casa de unos amigos o un camping. Y de hecho nada hay más agradable que escuchar a otras personas decir que el animalito en cuestión “no molesta”, “no se le escucha”, es “una verdadera delicia”… pongámonos pues manos a la obra para que las vacaciones se conviertan en un momento de disfrute! Antes de salir de vacaciones hay que encontrar hueco para hacer una completa revisión de la salud del animal, anticipándose a cualquier posible sorpresa o percance y, de paso, consultar con el Veterinario que le atiende normalmente qué productos y medicamentos llevar en el Botiquín. BOTIQUIN DE PRIMEROS AUXILIOS (DURANTE LAS VACACIONES)
* Consultar con el Veterinario qué productos adquirir y qué dosificaciones tener previstas en caso de necesidad, en función de la edad, talla y situación de cada animal. Toda precaución es poca y tener todo atado y bien atado puede evitar muchos sobresaltos que si ya son susceptibles de causar angustia en cualquier situación, se hacen todavía más cuesta arriba cuando uno está fuera de casa. Importante es también que el Veterinario recomiende alguna Clínica Veterinaria con Servicio 24 Horas en el lugar de destino a la que acudir en caso de emergencia y tener esos datos siempre a mano. Además resulta esencial tener al perro debidamente identificado mediante microchip para que sea fácilmente localizable en caso de pérdida; no hay que descartar esa posibilidad pues podría ocurrir que durante una excursión por el campo o la playa, el animal se acabe despistando y al no estar en su entorno habitual acabe perdiéndose sin remedio. Además del microchip, conviene que lleve colgada del collar una chapa con su nombre y con el teléfono de contacto del propietario, pues así cualquiera que lo encuentre podrá avisar enseguida al dueño de su ubicación. Obviamente también se hace imprescindible llevar consigo la Cartilla Veterinaria en regla, habiéndose asegurado de haber revacunado y desparasitado al perro adecuadamente antes de iniciar el viaje y teniendo en cuenta posibles requisitos especiales en función de cuál sea el destino elegido. Conviene llevar consigo todos los accesorios de uso habitual del perro (comedero, bebedero, cepillos, colchoneta y un juego extra de collar, correa y bozal por lo que pudiera pasar). Como es lógico y natural, durante los paseos y las salidas a la calle se hace imprescindible llevar al perro siempre atado, pudiendo utilizarse una correa tipo Flexi; aparte de que lo exija la normativa vigente, esto se hace especialmente recomendable para evitar que en cualquier momento el perro pueda asustarse y salir corriendo sin control puesto que al no estar en su entorno habitual, la fuga podría tener implicaciones aún más graves de las que ya tendría en su hábitat. Otro dato a tener en cuenta es que estando fuera de casa el perro es susceptible de sentirse más inseguro, más incómodo, más nervioso y por lo tanto será muy recomendable no dejarle nunca suelto y solo en la habitación de hotel o en el apartamento de alquiler para evitar cualquier “tentación”. Si hubiera de permanecer solo algún tiempo, se deberá haber previsto hacer uso de un trasportín o un “parque de cachorros”, o algún otro sistema de confinamiento eficaz y suficientemente seguro par a evitar que el animal campe por sus respetos y pueda acabar destrozando el mobiliario. Finalmente si queremos hacer las cosas bien, tenemos que tener bien presente que la libertad de uno acaba dónde empieza la de los demás y esto se aplica también y sobremanera en relación con nuestro perro; si no queremos molestar al prójimo tenemos que estar muy vigilantes y atentos en todo momento para asegurarnos que nuestra mascota no cause ningún tipo de malestar a otras personas que quizás no encuentren tan apetecible el tener que compartir sus espacios y sus momentos de ocio con los cuatro patas ajenos. Y para ello nada mejor que observar unas mínimas normas de convivencia y de buena educación y respeto por el otro. Si somos capaces de cuidarnos de que nuestros perros no molesten ni causen estragos durante sus desplazamientos vacacionales, conseguiremos cambiar la actitud reacia de muchas otras personas hacia los perros y contribuiremos a que poco a poco nuestras mascotas sean mejor aceptadas en Sociedad. Merece la pena intentarlo, ¿verdad? Pues sí. Felices vacaciones. NORMAS DE CONVIVENCIA EN ESTABLECIMIENTOS HOTELEROS
(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito). |