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Chris y Fetiche y los trastos de las camadas T y P Siempre que decido criar una camada, tengo muy claro de antemano que voy a disponer de todo el tiempo que hacerlo bien me exige, porque entiendo que criar responsablemente es mucho más que juntar un macho y una hembra, esperar a que nazca una camada, meterla en una caja, dejar que la madre se ocupe mejor o peor y seis o siete u ocho semanas después largarlos a los que quieran un cachorro así criado. Mi filosofía es bien distinta. Yo me involucro hasta el punto de que mis cachorros nacen en mi dormitorio y pasan conmigo y yo con ellos varias semanas, veinticuatro horas sobre veinticuatro. Luego, ya destetados y separados momentáneamente de la madre, les traslado a la habitación contigua durante la noche y de día, cuando el tiempo acompaña, pasan varias horas en el exterior, disfrutando del sol –su mejor aliado para el buen desarrollo músculo-esquelético--, en compañía de su madre y del resto de la Bullmastiffada, aprendiendo todo lo indispensable para una correcta socialización, esa que luego permitirá que sean ejemplares perfectamente equilibrados y fiables. Nuestra socialización comienza mucho antes de que los pequeños nazcan, la madre, en cuanto se confirma que esta preñada (ecografía a las tres semanas de la monta), duerme en nuestro dormitorio y nos acompaña durante todo el día, realizando largos paseos y compartiendo música variada, generalmente clásica, que la acompañada en el momento del parto, complementando con amplias raciones de mimos (mas de los habituales) durante el cual siempre esta acompañada, ayudandola y tranquilizandola, actuando, si el momento lo requiere como comadrona, rasgando la bolsa, limpiando al peque para terminar atando el cordón y si fuese necesario, reanimandolo con masajes cardiacos y respiración asistida. Desde ese mismo momento,la manipulación de los cachorros es continua, realizando turnos rigurosos a la hora de mamar para asegurarnos su correcta alimentación, estado acompañados siempre de música clásica variada (desde Vivaldi a Bach), lo que hara que los peques esten acostumbrados a la mayoría de sonidos. Todo esto es lo que hace que todo cachorro nacido vivo acabe haciendo las delicias de sus familias de adopción. Malcom X y Con Retintin de Castro-Castalia Hace ya muchos años que a base de observar a cada uno de los cachorros, tomar muchas notas, hacer un seguimiento de su desarrollo y crecimiento primero aquí en casa y luego ya con sus nuevas familias, me di cuenta de que el tiempo extra que pasan unidos todos los hermanos de camada, con la madre y el resto de Bullmastiffs jóvenes, adultos y seniors que viven conmigo, es un tiempo bien empleado y que produce una serie de beneficios esenciales para su óptimo desarrollo como especie, como raza y como individuos. Y lo que tradicionalmente he hecho por instinto, ahora viene avalado por muchos estudios recientes que me han dado la razón. Camada Q con Roger y Sonia Hoy ya es oficial y del conocimiento público que la separación prematura de los cachorros entre sí y de la madre, que tradicionalmente se lleva a cabo entre las seis y las ocho semanas de edad, es un error dado que impide que los individuos mejores su capacidad de interrelación mediante el juego, la técnica a partir de la cual aprenden a relacionarse entre sí, primero, y luego entre otros congéneres. Y no sólo eso sino que se ha confirmado que aquellos cachorros que permanecen junto a los hermanos de camada y la madre, y si ello es posible junto a otros perros que conformen esa particular manada, hasta como mínimo las 12 o mejor aún las 14 semanas de vida, serán los individuos que mejor se adapten luego a la vida en nuestra Sociedad y también los que menos problemas planteen con perros extraños, ni con otros animales, siempre claro que durante esos tres o tres y medio primeros meses de vida se les propicie la oportunidad de aprender a base de experiencias diversas y distintas. Chris, Pizpireta, Preciosa Fetiche y las camadas T y P de Castro-Castalia Nuestros cachorros durante este periodo de socialización, aprenden el comportamiento canino que gustosamente les enseñan sus familiares mayores, a esto añadimos que han salido la calle a pasear, solos, un mínimo de cuatro veces, donde se empieza a acostumbrar a los ruidos y olores con los que tendrán que convivir el resto de su vida, tienen aprendido el hacer sus necesidades en un periódico, se les ha acostumbrado a ruidos, suaves y fuertes, desde vasos que se rompen hasta disparos de escopeta, aprenden la convivencia con otros animales tales como gatos, équidos, pajaros, etc. Un mínimo de tres veces pasan los bebes noches a solas, tanto en una habitación como en jaulas de trasporte, además, cada uno de ellos ha viajado en coche varias veces. Aprenden también las pautas iniciales de su comportamiento con humanos, aprendiendo a respetar el CHISIIISST !! y el NO. A todo esto se le añade un estricto control veterinario con tres reconocimientos completos, cinco desparasitaciones, todas las vacunas (excepto rabia), analisis de heces para la verificación de la correcta eliminación de parasitos y por supuesto, la colocación del microchip. Todo esto y otras muchas cosas más son las que hacen de nuestros peques unos seres perfectamente socializados equilibrados y sanos que hacen las delicias de las familas y entornos, trasformandose en autenticas institucones en sus barrios y urbanizaciones, además, nuestro telefono y email, siempre estan disponibles, para propios y extraños, en todo momento para responder a cualquier duda o incidencia que se pueda plantear. Hay mucha literatura que lo avala, muchos informes, muchos estudios de campo, mucha investigación, si bien en la mayoría de los casos toda la información está publicada en inglés, pero de entre toda ella yo destacaría dos obras fundamentales, cuya lectura recomiendo encarecidamente al propietario responsable, para entender el por qué de la importancia de no separar a los cachorros de su camada y de su madre hasta mucho más tarde de lo que es tradicional: “The Domestic Dog”, editado por James Serpell "Applied Dog Behaviour and Training", escrito por Steven R Lindsay (Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito). |