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Regaliz de Castro-Castalia Fenix de Castro-Castalia Ante esta pregunta “¿existen las razas de perros peligrosas?” la mayoría de las personas, influenciadas por los medios de comunicación invariablemente, mencionan unas cuantas razas que han sido criminalizadas sin motivos, solo por que en el pasado tuvieron una utilidad determinada y ahora están pagando el pato sus tataranietos que no se parecen en absoluto a sus antecesores y son tan validos a la hora de convivir con nosotros como cualquier otro. NO EXISTEN RAZAS PELIGROSAS, existen individuos peligrosos independientemente de la raza a la que pertenezcan, además, en la mayoría de los casos estas conductas no deseadas son imputables más a sus dueños que a los perros en si mismos, ya que o no han querido o no han sabido darle una correcta educación y socialización. Tambien, muchas veces, con nuestro desconocimiento del comportamiento canino, somos nosotros los que llegamos a provocar una respuesta (que no ataque ni agresividad) de un perro. No existen enfermedades misteriosas ni extrañas que hagan que de repente un determinado perro (o una raza al completo) se vuelva loco y ataque a sus dueños. Cierto es, que alguna enfermedad (tumor cerebral, por ejemplo) puede causar el trastornos del comportamiento, pero que afecta a todos los perros que padezcan esa enfermedad, no a una raza en particular y cuando esto ocurre, en la inmensa mayoría de los casos, siempre dan avisos que nos hacen sospechar que algo raro esta pasando y que son una indicación de que deberemos visitar al Veterinario para que se encargue de tomar las soluciones o remedios que convengan a cada caso. Lo importante es trasmitir a los propietarios de perros los posibles riesgos que puede plantear la tenencia responsable de su animal, pero también es importante informar a quienes no tienen perros de la forma en la que han de proceder cuando entren en contacto directa o indirectamente con uno o más ejemplares. Estas acciones deben ser realizadas a través de los medios de comunicación, de los ayuntamientos y muy especialmente de los colegios y comunidades de vecinos, haciendo llegar a todos los sectores implicados (padres, hijos, educadores, criadores, propietarios y al publico en general) mensajes concisos y claros sobre lo que se debe y no se debe hacer. Estas medidas, tomadas con inteligencia y sin precipitación ya han dado sus frutos, en otros países, En los EEUU, donde hay mas de cincuenta y cinco millones de perros censados, apenas se produce un promedio de diez muertes anuales por ataques de perros. La solución a este supuesto problema, que nuestros políticos plantearon en el pasado, pasó por criminalizar una serie de razas e impedir que sus dueños libremente, disfruten de los perros que habían sido sus mejores amigos y compañeros y que, en la grandísima mayoría de los casos, jamás han representado ni representaran, ningún riesgo ni peligro para nadie. Pero esta solución ni ha evitado ni evitará otros accidentes; Solo ha servido para causar desazón, rechazo social, mucha antipatía hacia los dueños de determinados perros de guarda, agravado por el conglomerado de leyes autonómicas (incluso reglamentos municipales) que a su libre albedrio, sin ningún rigor científico y de manera ilegal (ya que no poseen las competencias en seguridad publica y la Ley, solo les faculta para desarrollar la Nacional, no modificarla), se han lanzado a una competición absurda de quien es el tiene la lista mas larga de razas de perros supuestamente peligrosas, menos mal que el tribunal supremo va poniendo cotas a tales despropósitos, obligándoles a eliminar “los añadidos” haciéndoles respetar la Ley. Si se hubiesen molestado en mirar a su alrededor para así tomar ejemplo de las medidas que otros, han puesto en marcha con mejores resultados, aquí se pretendió inventar lo que ya esta inventado y hoy en día solo ha demostrado que no da resultado y que no vale para nada. En Estados Unidos, donde hay un perro por cada cuatro habitantes, las autoridades, el American Kennel Club y la Sociedad en general, analizaron en profundidad el tema durante años y llegaron a una serie de conclusiones que haríamos bien en tomar en consideración. Y así, decidieron que no se trata tanto de prohibir, redactar listas, considerar ciertas razas como más o menos peligrosas que otras, ni decir que un perro es más o menos agresivo en función de la raza a la que pertenece, por cuanto esa simplificación no lleva a ninguna parte. Basta con establecer unas pautas ecuánimes que identifiquen justamente a los sujetos que, por su comportamiento e historial (no por raza ni talla) manifiestan una peligrosidad especial. Y determinar claramente las diferencias entre una agresión propiamente dicha y un acto reflejo, propio de la conducta canina y de su comportamiento social. Además, y después de varios años de estudios e investigaciones, los norteamericanos (y otros muchos países) han convenido que era necesario establecer por ley la responsabilidad subsidiaria de TODOS los propietarios sobre TODOS los perros y, siempre que sea necesario, imponer penas al dueño cuando su animal de compañía cause daños, cualesquiera que estos sean, a terceros y --dependiendo siempre de la gravedad de estos y de las circunstancias especificas--, exigir su esterilización y su sacrificio cuando sea menester. Tan sencillo como esto. Y tan efectivo también, porque una vez que el dueño se sabe responsable hasta sus ultimas consecuencias de las acciones de su perro, es indudable que se volverá mas cauto y se preocupara de darle la educación correcta y tomará las precauciones necesarias para evitar verse envuelto en problemas. Así de simple. ¿No podríamos, por una vez, aprender de la experiencia de los demás? LO QUE HAY QUE HACER, CUANDO SE INTERACCIONA CON UN PERRO
EN CASO DE MORDEDURA QUEDARSE TOTALMENTE QUIETO Y CALLADO, CON LOS OJOS BAJOS Y LOS BRAZOS CAÍDOS EN CASO DE QUE EL ANIMAL LE DERRIBE, ENROSCARSE (ACUCLILLADO O TUMBADO DE LADO) EN POSICIÓN FETAL, CON LA CARA OCULTA ENTRE LAS RODILLAS Y LOS BRAZOS ENTRECRUZADOS ALREDEDOR DE LA CABEZA, CUBRIENDO PERFECTAMENTE LAS OREJAS MANTENIENDOSE TOTALMENTE QUIETO Y CALLADO. TODO LO QUE HAY QUE TENER EN CUENTA A LA HORA DE ADQUIRIR Y EDUCAR UN PERRO
(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito). |