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Regaliz, Piruleta y Pica-Pica de Castro-Castalia Esta enfermedad es conocida desde los años cincuenta aún cuando tradicionalmente se le haya prestado menos importancia que a la Displasia de Cadera. Se trata de una condición degenerativa del cartílago que aparece en perros jóvenes de todas las edades, pero que tiene especial incidencia en individuos de razas grandes y gigantes, como resultado del desarrollo anormal de las células cartilaginosas. El nombre de esta condición (OSTEOCONDROSIS) induce a error por cuanto se trata, en verdad, de un desarrollo anómalo y degenerativo de cartílago y no de hueso que, cuando cursa con la inflamación debida al desarrollo de faldones de cartílago que se sueltan de la articulación interfiriendo en su movilidad y produciendo dolor severo, toma el nombre de OSTEOCONDRITIS DISSECANS (por cuanto el cartílago se ha diseccionado y ha quedado expuesto). Afecta a los miembros anteriores y de ahí que también se le conozca, erróneamente, con el nombre de “displasia de codo”, si bien en ocasiones puede afectar también a las caderas y a las vértebras cervicales. Esta condición suele ir asociada a otras dos, denominadas PROCESO DE NO UNIÓN DEL ANCÓNEO y PROCESO CORONOIDE. Las causas de esta condición son varias, pero destacan la malnutrición –teniendo por malnutrición no tanto la escasez de la dieta o su pobreza, sino el exceso en el aporte calórico, proteínico y de calcio—, ciertas anomalías hereditarias y también algunos traumatismos. Pudiera ser también que algunas hormonas como la calcitonina, la sematotropina, la tirotropina y las hormonas sexuales tengan alguna influencia en el desarrollo de la enfermedad. La sintomatología en animales afectados aparece habitualmente hacia los cuatro y siete meses de edad; por lo general el perro suele presentar una cojera súbita de uno sólo de sus miembros anteriores, debido a la inflamación de la articulación, que deriva en una artritis. La OCD de cabeza de húmero (hombro) es la manifestación más común en los individuos de razas grandes y gigantes, que para evitar el dolor suelen apoyar deficientemente el miembro afectado y levantar más de lo normal la cabeza para evitar así poner parte del peso corporal sobre esa articulación dolorida. Sin embargo y aún cuando la cojera se manifieste generalmente en uno solo de los dos miembros anteriores, ambos suelen estar afectados por igual o casi. También son muchos los individuos afectados de OCD de codo en los que aparece además el PROCESO DE NO UNIÓN DEL ANCÓNEO y/o el PROCESO CORONOIDE y en el 60% de los casos descritos en razas gigantes (especialmente en el Rottweiler, dónde se han producido importantes estudios) suele estar directamente relacionada además con la aparición de OCD en el cóndilo medio humeral. Sin embargo hay que decir que no todos los casos de PROCESO CORONOIDE están relacionados con una OSTEOCONDROSIS u OSTEOCONDRITIS DISSECANS, ya que a veces son el resultado de desajustes mecánicos de la propia articulación. En cualquier caso, lo importante es hacer un diagnóstico correcto de la condición en cuanto se observe la aparición de una cojera súbita que no pueda tener relación con la PANOSTEÍTIS, dado que además, en este caso, la tal cojera suele ser más significativa en condiciones de humedad medioambiental o de mucho frío manifestando el individuo afectado un cuadro agudo de dolor cuando el miembro está en extensión. Se hace necesario realizar un estudio radiológico de todas las articulaciones de ambos miembros anteriores y su posterior seguimiento regular, y tratarlo en consonancia. En los casos más graves, suele estar recomendada la cirugía correctiva. En casos leves, suele bastar con minimizar los periodos de actividad y ejercicio, modificar y adecuar la dieta con un aporte de megadosis de Vitamina C (Solgar Ester C Plus 500mg®), condroprotectores (Condrovet® Taste) y, en algunos casos, antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Desgraciadamente no todos los casos se resuelven por igual y con facilidad y muchas veces, el perro sufrirá de continuo ciertas molestias derivadas de la artritis del hueso afectado. Como digo, en los casos más graves suele ser necesaria la intervención quirúrgica. Hoy se sabe que la mayoría de las OCD tienen un elevado componente hereditario por lo que se hace imprescindible realizar una correcta selección de reproductores evitando aquellos que hayan sido diagnosticados mediante estudio radiológico. Personalmente tengo la satisfacción de poder afirmar que entre los “CASTRO-CASTALIA”, la OCD no es una condición nada habitual y que, hasta la fecha, ningún ejemplar por mí criado ha sido diagnosticado con esta enfermedad. (Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito) LAS FOTOGRAFIAS SON MERAMENTE ILUSTRATIVAS NO UNA INDICACION DE QUE LOS EJEMPLARES PADEZCAN DICHA ENFERMEDAD. |