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Acabamos de ver que los individuos que de cachorros son obesos, tienen tendencia a serlo en el futuro. Pero hay aún un dato más preocupante, si cabe y es que estudios recientes indican que la obesidad afecta hoy por hoy a más del 25% de la población canina del primer mundo. Tan es así que se considera como el primero de los problemas de malnutrición en el perro doméstico. Si recordamos las consideraciones que hice en las primeras páginas de este libro, sabremos que entre los lobos, los coyotes, los chacales y los zorros, es decir entre los primos salvajes de nuestras mascotas, el problema de la obesidad no existe, y no existe por una sencilla razón: que esos cánidos nunca están sobrealimentados. Y no lo están porque su alimentación es mucho más frugal, y la calidad y cantidad de ejercicio que realizan, mucho mayor. O lo que es lo mismo: queman la energía que les sobra, la consumen, la liberan. La energía no es otra cosa que el carburante que hace que nuestros perros se muevan, estén activos, estén vivos. Y energía la producen los nutrientes que se encuentran en los alimentos que el perro ingiere. Esa energía produce calor –lo que hemos dado en llamar calorías- y es lo que determina que el animal tenga la necesaria capacidad para regular su propia temperatura corporal, para realizar tal o cual tarea o ejercicio, etc. Y siendo así, debe quedarnos perfectamente claro que la cantidad y la calidad de la energía que el perro aprovecha para vivir en condiciones adecuadas, está directamente relacionada con la calidad y la cantidad de carburante que le servimos a su motor, o lo que es lo mismo, con la calidad y la cantidad de los nutrientes que recibe y aprovecha de su alimentación diaria. Siendo así, también debe quedarnos perfectamente claro que toda aquella energía que el perro consuma de más, y que no sea capaz de emplear y gastar, automáticamente se convertirá en tejido graso, dando lugar a la obesidad. Pero siendo como es el organismo una maquinaria tan perfecta, con un engranaje tan sofisticado, podríamos preguntarnos porqué ocurre que no sea capaz de eliminar esa energía que le sobra, antes que acumularla sin ton ni son en forma de tejido adiposo... pues bien, hasta para esto hay una explicación. El organismo de los perros y de todos los animales de sangre caliente, está preparado para acumular ciertas reservas en forma de grasa, que le van a servir para contrarrestar los efectos de una hambruna, de una carencia de alimentos cualquiera que sea la causa... ¿qué hacen los osos antes del invierno? Se ceban de comida, engordan hasta límites insospechados y luego se ocultan en una cueva para hibernar, cueva de la que salen varios meses después con muchos kilos de menos, pero todavía capaces de reanudar enseguida el ritmo habitual. Lo malo es que la vida que nosotros vivimos y que le hacemos vivir a nuestros perros es por lo general sumamente regalada y nunca hay ocasión de hacer uso de esa grasa excesiva que se ha ido acumulando, simplemente porque nunca hay momento para pasar hambre... y por lo tanto, el organismo nunca se ve en la necesidad de echar mano de esos tejidos adiposos que tiene a su disposición para casos de verdadera emergencia. Así las cosas, lo único que ocurre es que la grasa se continúa acumulando y acumulando y acumulando, y el perro continúa engordando y engordando y engordando sin remedio, hasta convertirse en un obeso impenitente. MUY IMPORTANTE: La energía se expresa en kilocalorías (Kc) o calorías (c) y se obtiene por el organismo a través de la oxidación del alimento que se ingeire, o dicho de otra manera, quemándolo a partir de una serie de transformaciones y reacciones químicas que ocurren durante la digestión, gracias a la intervención de las llamadas enzimas digestivas. Al final del proceso, todo aquello que no es aprovechable para el organismo, se elimina del cuerpo mediante las heces y la orina. ¿Sabía usted que...? No toda la energía potencial que está presente en los alimentos es plenamente digestible; precisamente por ello se hace necesario distinguir tres tipos de energía bien diferenciados entre sí, que son: EB, la energía bruta Que es aquella que se libera mediante la completa oxidación del alimento ingerido; se calcula quemando una cantidad determinada de alimento en oxígeno puro para así medir la cantidad de calor que se desprende durante ese proceso; el resultado no es sin embargo del todo fiable, como ahora veremos. ED, la energía digestible Que se calcula midiendo la EB presente en la comida y esa otra EB que aparece en las heces, teniendo siempre en cuenta que el dato no es totalmente fiable, dado que una parte, aunque mínima, de la energía es eliminada por la orina EM, la energía metabolizable Que se calcula a partir de la ED, restándole la EB presente en la orina No obstante todo lo anterior, lo cierto es que hay que tener en cuenta que no todos los perros, al igual que no todas las personas, metabolizan, queman, aprovechan, el alimento de la misma manera. Hay que tomar buena nota... ... de que para una salud óptima, los perros necesitan unos requerimientos mínimos diarios de EM, energía metabolizable, de aproximadamente 3
kg de peso vivo 110
EM por kilo ¿Sabía usted que...? La obesidad es un problema muy grave de salud, que suele desencadenar la aparición de otras enfermedades tan importantes como puedan ser las artritis, la diabetes mellitus, los problemas inmunológicos, las patologías cardíacas, digestivas, hepáticas y respiratorias, la imposibilidad de termorregularse adecuadamente y el acortamiento de la propia vida. PERFIL DEL PERRO OBESO
TERAPIA DE ADELGAZAMIENTO DEL PERRO OBESO Cuando se trate de hacer adelgazar a un perro en fase de crecimiento, con problemas cardiorrespiratorios, convaleciente de alguna enfermedad o mayor de siete años, la terapia aquí descrita debe estar perfectamente monitorizada por el veterinario para evitar desequilibrios hormonales que pudieran afectar a su salud o agravar cualquier patología cardiaca o respiratoria. La pauta que aquí se recomienda, está basada en el empleo de un pienso de “mantenimiento” para perros adultos, de gama alta y de gran calidad. Otra opción sería utilizar un pienso especial para adelgazamiento de perros obesos, de tipo “light” (con alto contenido en fibra saciante), pero en tal caso sobra todo lo que sigue y bastará con respetar las instrucciones del veterinario y del fabricante. No obstante hay que decir que no todos los perros aceptan de buen grado los piensos “light” por su escaso sabor.
(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito) |