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Chris conoció la raza mucho antes de pensar ni siquiera remotamente que algún día se convertiría en criadora de Bullmastiffs. Tenía cuatro o cinco años cuando, dos casas más debajo de la suya –en Estoril (Portugal)— se instaló un matrimonio de jubilados británicos con sus dos perros. “Bully” y “Rosie” eran dos Bullmastiffs de color arena, afables, tranquilos, extraordinariamente cariñosos a los que llego a adorar. Cada día, al volver del Colegio en tren, pasaba necesariamente por delante de su casa y se acostumbró a saltar la verja y a quedarse un rato jugando con los dos enormes perros, antes de continuar hacia su propia casa. Desde entonces albergó el secreto deseo de tener sus propios Bullmastiffs algún día y no paró hasta conseguirlo, mucho tiempo después. “Khalim”, Ch. España y Portugal SUPERBULLY DE LA YOSA fue el primero de la saga “Castro-Castalia”; un perrazo de color arena, hermoso, tierno y sumamente tranquilo. Criado en Valladolid era el fruto de un cruce exógeno y de una mezcla abigarrada de líneas de sangre o, más aún, de afijos varios, en el que probablemente no había más propósito que el de “producir” perros para la venta y punto. No en vano “Khalim” procedía de una granja canina, dónde además de criar Bullmastiffs se criaban un buen montón de razas más, todas muy diferentes entre sí y por lo general muy “comerciales” (Pastores alemanes, Cockers ingleses y americanos, Schnauzers de los tres tamaños, Beagles, Teckels en todas sus variedades…). Pero en aquél momento, a mediados de los ochenta, en España no había muchas más opciones para adquirir un Bullmastiff. Gracias a “Khalim” y espoleada por todo lo que vio en aquél lugar de triste memoria y lo mucho que de negativo experimentó en su relación con su criador, en los meses que siguieron a su compra, empezó a hacerse muchas preguntas sobre si no sería posible mejorar lo presente y comenzó también a interesarse por la raza a fondo, a conocerla, a valorarla y apreciarla y a fraguar la idea de, quizás, comenzar su propio Programa de Cría, con un propósito bien determinado; el de criar ejemplares típicos, sanos y equilibrados y haciéndolo, demostrar que las cosas se podían hacer de manera bien distinta. El pistoletazo de salida lo dio, sin saberlo, Clifford L. B. Hubbard, más conocido como “Doggie” Hubbard, durante una conversación bajo una carpa de rayas azules y blancas, en la que el buen hombre tenía montado su chiringuito de venta de libros antiguos de perros, en una Exposición Canina Abierta a Todas las Razas, en Birmingham (U.K.) en el año ochenta y tantos, cuando ”Doggie” –que ya entonces rozaba los ochenta años y era una auténtica enciclopedia viviente de Cinofilia—le expuso las dificultades por las que pasaba la raza que tanto admiraba, los defectos, las enfermedades y la falta de tipicidad, que según él se multiplicaban en la Gran Bretaña de entonces, fundamentalmente por falta de “refresco de sangre” y el rumbo a la deriva que había tomado la crianza de Bullmastiffs en todo el mundo, porque, según sus propias palabras “faltaba interés, pasión y compromiso”. Volvió de Birmingham con esas palabras martilleando en su conciencia y con un ejemplar de la primera edición de su libro “The Bullmastiff. A Handbook” (1957), dedicado por el entrañable “Doggie”—que se convirtió en su primer mentor-- y ya con el firme propósito de tomarse en serio el tema de la crianza de Bullmastiffs, porque si algo le sobraba, era la pasión, el interés y las ganas de compromiso. Era una novata, ciertamente, en temas de Genética y no tenía experiencia de primera mano como criadora, pero tenía el tesón y las ganas y, felizmente, había pasado toda su infancia y juventud rodeada de perros y caballos y había aprendido bastante sobre comportamiento animal y mucho también sobre reproducción. Además tenía “otra arma secreta”; dominar siete idiomas a la perfección, lo que le permitió/facilitó el contacto con Criadores de Bullmastiff en varios países de Europa y América. Y con la ayuda de unos y de otros, con la información que fue obteniendo de los cientos de libros que devoraba sobre distintas materias (Veterinaria, Genética, Etiología, la raza y otras razas afines, etc., etc.) se fue equipando suficientemente de conocimientos. Tenía ya perfectamente claro que necesitaba una hembra fundacional de absoluta garantía y sabía que si quería hacer las cosas como Dios manda, tenía necesariamente que basar su Programa de Cría siempre, siempre, en hembras de la máxima calidad, que fueran perfectamente típicas, muy sanas y además, excelentes reproductoras. Y así, con eso en mente, busco y busco hasta que tuvo claro por dónde decantar su elección. “Garufa”, Ch. España y Portugal ODDROCK HOSTUFF “Garufa”, Ch. España y Portugal ODDROCK HOSTUFF fue mi hembra fundadora; luego vinieron “Sarah”, ODDROCK SARAH VAUGHAN DE CASTRO-CASTALIA y “Cotilla”, Euro Winner ’94 ODDROCK TASTE OF HONEY.
Con “Khalim” actuando como semental, se fue dando cuenta de que no estaba obteniendo los resultados deseados; era un perro encantador pero un reproductor sin pena ni gloria y lo aparto del Programa de Cría casi inmediatamente, aún a pesar de que de la primera camada resultante del cruce de “Garufa” con él, nacieron ocho cachorros excelentes, entre los que destacan: “Ankara”, Ch.J. del Mundo ANKARA DE CASTRO-CASTALIA Y “Aeneas”, Ch. Finlandia, Suecia, Noruega, Nórdico e Internacional AENEAS DE CASTRO-CASTALIA. Pero consciente de que hacer las cosas bien implicaba, a veces, algún que otro sacrificio, decidio que “Khalim” no sería el pilar de nuestro Programa de Cría y que ninguno de sus hijos machos lo sería tampoco. “Koira”, Euro Winner ’94 ODDROCK DE CASTRO-CASTALIA Se decanto por traer de Finlandia a “Koira”, Euro Winner ’94 ODDROCK DE CASTRO-CASTALIA al que emparejo con “Cotilla” y por criar su primera camada de atigrados, cruzando a “Sarah”, con un macho norteamericano, “Deion”, Ch. Finlandia, Suecia, Noruega, Nórdico e Internacional BLACKSLATE’S MISTER HEARTBREAKER, también atigrado. “Fetiche”, MURBISA MARGARITA DE CASTRO-CASTALIA Algunos años más tarde trajo de Inglaterra a “Fetiche”, MURBISA MARGARITA DE CASTRO-CASTALIA, hija de “Zingara”, ZINGARA DE CASTRO-CASTALIA (quien a su vez lo era de “Deion” y de “Sarah” y que fue el primer ejemplar de Bullmastiff nacido en otro país de Europa exportado al Reino Unido, en el año 1996) y de “Oscar”, KINGSREACH THE NAVIGATOR AT MURBISA, dos años consecutivos Mejor Semental Británico de la raza. “Tirana”, HEATHKEEPER’S BLAZE OF GLORY Y, después, a “Tirana”, HEATHKEEPER’S BLAZE OF GLORY, otra finlandesa, y a la danesa “Tequila”, VIBEGAARDENS CASTALIA, que era nieta de “Aeneas” y biznieta de “Garufa” “Tequila”, VIBEGAARDENS CASTALIA Y así, en unos pocos años, trazó la senda por la que discurre nuestro Programa de Cría, que se asienta fundamentalmente en tres pilares: la línea BOGERUDMYRA de Noruega, implantada a través de ODDROCK, las líneas BLACKSLATE de Estados Unidos y la línea BUNSORO, a partir de MURBISA. Lógicamente después se han hecho otros cruces, pero siempre sin perder de vista a esos tres puntales y ahora, casi veinte años después, somos conscientes de que gracias a aquél pistoletazo de salida de “Doggie” Hubbard, a sus muchas conversaciones e intercambios de opiniones, de ideas, de proyectos ¡y hasta de perros!, con Douglas B. Oliff, quien prologo su segundo libro sobre la raza, EL GRAN LIBRO DE LOS BULLMASTIFF Y MASTIFF , con el Coronel David Hancock, con Riitta Maaniemi, con Rita Benner (que nos dejó, tristemente, hace ya varios años), con Christopher Habig, con Anne Marie Class, con Bay Rowland y con Muriel Bisatt y con muchísimos otros queridos amigos, supero con creces sus primeras intenciones y pudo consolidar el que hoy por hoy es uno de los Programas de Cría de referencia en el Mundo. Y lo digo sin falsa modestia, porque me consta que nuestros Bullmastiffs destacan por su calidad, su tipicidad y su estupenda salud, incluida esa facilidad natural para la monta sin artificios y para parir rápida, espontánea y limpiamente. (Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito). |