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Roger y Camada Q de Castro-Castalia Desgraciadamente esta es una enfermedad para la que todavía no existe un tratamiento plenamente eficaz (sin embargo se espera que en el plazo de dos-tres años se empiece a comercializar la primera vacuna contra la enfermedad, que está siendo desarrollada en España y que ha dado excelentes resultados en Laboratorio); se transmite por la picadura de las llamadas "moscas de las arenas", "beatillas", "flebótomos" (Phlebotomus spp.) y es endémica en toda la cuenca mediterránea y en varios países del continente americano así como en gran parte de África y Asia. En nuestro país podría decirse que está presente en todas las zonas geográficas y que ninguna parte de España se libra, hoy por hoy, de la enfermedad. Las moscas de las arenas son pequeñísimas (apenas 2mm de envergadura alar), silentes durante el vuelo, de hábitos nocturnos y con una capacidad de desplazamiento muy limitada, desplazándose apenas unos pocos metros a lo largo de su vida, por lo que puede decirse que allí donde se instalan es donde van a vivir y a alimentarse a lo largo de su vida. Solo las hembras son hematófagas pero necesitan alimentarse de sangre para poder reproducirse, lo que significa que lo harán durante gran parte de su vida, toda vez que alcanzan el estado adulto. Sus horas de mayor actividad son las nocturnas, desde la caída del sol hasta el amanecer, siempre que no llueva ni haga excesivo viento (más de 2m./s.) y mientras la temperatura ambiente esté estabilizada en torno a los 18-20º C durante sus horas de actividad. Su picadura no es percibida por el animal (ni por las personas) y raramente causa reacción cutánea. Lamentablemente, los perros una vez contagiados se mantienen asintomáticos durante semanas, meses e incluso años y cuando finalmente manifiestan los primeros síntomas de la enfermedad esta suele ya estar en un estado avanzado o muy avanzado en el que el tratamiento no siempre es suficientemente efectivo. Resulta pues fundamental que dos e incluso mejor tres veces al año, el Veterinario que habitualmente atienda al perro realice una simple extracción de sangre y compruebe si el animal ha sido o no contagiado, de modo y manera que si lo hubiera sido el tratamiento se inicie cuanto antes, pues de ello va a depender en gran medida el éxito del mismo. Personalmente recomiendo que esta prueba diagnóstica se haga en los meses de Marzo y Octubre, pues está demostrado que de detectarse la enfermedad en estadios prematuros, su tratamiento y acantonamiento, da lugar a que el perro disfrute durante muchos años de la necesaria calidad de vida, sin complicaciones de salud. Es importante señalar que ningún perro que padezca la enfermedad es susceptible de contagiarla directamente a otro, ni tampoco al ser humano. Existe mucha desinformación al respecto, pero ya va siendo hora de dejarlo bien claro. El perro no es, por sí mismo, vector de la enfermedad. Siempre tiene que existir como transmisor, un Flebótomo hembra que ingiera sangre de un animal enfermo, la procese en su aparato digestivo durante varios días y luego, al picar a otro sano, transmita las leishmanias infectivas. Y es igualmente esencial destacar y tener en cuenta que el perro que esté siendo tratado adecuadamente, deja automáticamente de ser hospedador de las leishmanias infectivas. De ahí la importancia de detectar la enfermedad cuánto antes y someter al animal enferme a tratamiento inmediatamente y para el resto de su vida. En mi libro TODO SOBRE LEISHMANIASIS CANINA, editado por Tikal (ISBN 8430593616), hay una amplia información sobre la enfermedad, los hábitos de la mosca que la transmite, la forma de prevenirla, la forma de contagio, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad y sería muy recomendable que todo propietario responsable estuviera suficientemente informado sobre la LEISHMANIASIS CANINA para evitar su proliferación, tanto más que como he dicho al principio, hoy por hoy todavía no existe un tratamiento y ni siquiera una vacuna que la evite. Más aún, que consciente del riesgo que supone la enfermedad para su perro, concienciara también a su entorno más directo (parientes, amigos y vecinos) pues la mejor forma de luchar contra esta enfermedad, que no diagnosticada ni tratada a tiempo puede significar la muerte del perro enfermo, se basa en la prevención. Yo utilizo varios métodos de prevención; por una parte, todos mis perros están protegidos durante todo el año con el collar Scalibor®Protectorband, que cambio cada tres meses aún cuando el fabricante recomienda su uso durante un periodo máximo de seis. Por otro lado, tengo por costumbre evitar que mis perros pasen la noche en exterior y a lo largo de todo el año, dado lo benigno de la temperatura en la zona dónde vivo que salvo durante un par de meses de invierno es bastante estable, todos ellos duermen en el interior de la casa. Y no sólo eso, sino que todas las ventanas disponen de mosquiteras que se revisan regularmente para evitar roturas y además se fumiga todo el entorno para tratar de evitar la formación de colonias de Phlebotomus, justo antes de la primavera. Obviamente, además de eso, todos mis perros son revisados y testados dos veces al año para asegurarme de que no padezcan la LEISHMANIASIS ni puedan actuar como hospedadores y transmisores indirectos de la misma. Y dado que creo que la mejor arma es siempre la información, en el Dossier de Información que entrego a todos los nuevos propietarios dedico un amplio capítulo también a esta materia y no sólo eso, sino que cada uno de ellos, junto con el perro, su documentación y su ajuar, recibe además un collar Scalibor®Portectorband. A día de hoy y desde hace casi veinte años que llevo dedicada a la crianza de Bullmastiffs, ninguno de mis ejemplares “CASTRO-CASTALIA” ha padecido la enfermedad. Estoy segura de que ello ha sido posible gracias a las medidas de prevención en las que no escatimo ningún esfuerzo. PREVENCION LEISHMANIASIS
(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito) LAS FOTOGRAFIAS SON MERAMENTE ILUSTRATIVAS NO UNA INDICACION DE QUE LOS EJEMPLARES PADEZCAN DICHA ENFERMEDAD. |