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La historia del Bullmastiff, antecedentes de la raza
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La historia del Bullmastiff, antecedentes de la raza

La Segunda Guerra Mundial causó grandísimos estragos en el país, estragos que --como cabía esperar-- hicieron muy difícil la continuidad de la Raza en Gran Bretaña; sólo unos pocos Criadores, que se contaban con los dedos de una mano, lograron continuar, aunque bajo mínimos su trabajo a pesar de las dificultades (entre ellos los Warren, los Higginson, la propia Doris Mullin, los Atkinson, los Tasker y pocos más). Como ejemplo de las serias complicaciones que supuso la guerra para éstos valientes y sacrificados Criadores a los que tanto debemos aún hoy, baste decir que todo valía a la hora de alimentar a los hambrientos Bullmastiffs. Florence Warren ha contado en varias ocasiones como su marido y ella cambiaban sus cupones de racionamiento de ropa por otros de comida, o como muy de madrugada iban en busca de cualquier cosa comestible para sus perros por todos los mercadillos de los alrededores. Todo valía, como bien he dicho y así, cuando no encontraban otra cosa que darles de comer, hacían bizcochos de avena --que no estaba racionada-- o cualquier cosa que pudieran rebozar, si les sobraba algún huevo! Además plantaron toda clase de vegetales comestibles en su jardín, que bien valían para entretener los vacíos estómagos...

Más aún, la Sra. Warren ha contado cómo, durante los bombardeos, ellos y sus perros se refugiaban bajo las escaleras del sótano, cubiertos por un buen montón de mantas y cómo les cubría la cabeza con unos jersey de lana para evitar que se asustaran con el tremendo ruido. Felizmente para ellos "Big Bill of Harbex" aprendió en seguida a actuar como eficaz centinela y les advertía con bastante antelación de cuando se iba a producir un "raid" aéreo, pues era capaz de escuchar las distantes sirenas antes que nadie; más aún, él solito reunía al resto de los perros y los conducía --cual pastor-- al refugio antes de que comenzaran los bombardeos.

Fue en 1942 cuando nació la hembra de nombre "Harbex Tenacity (Grimm of Harbex x Bridget of Bulwyn)", hermana de "Brownen of Bulwin", quien a su vez produjo al mítico "Ch. Bulldozer of Bulmas", criado por Cyril Leeke. La vida de Tenacity no fue nada fácil y su nombre no pudo pues ser mejor elegido; con apenas doce horas de vida, los Warren la recogieron en Gloucester en casa de los Sres. Atkinson, propietarios de la madre de ésta y la llevaron con ellos para criarla luego con biberón. Fue presentada una sola vez en Exposición, dónde quedó Mejor Hembra de Raza con el Sr. Higginson como Juez y murió poco después de producir su segunda camada, como consecuencia de una infección producida después de una ovariohisterectomía, dejando huérfanos a nueve recién nacidos. De éstos, ocho sobrevivieron y lo que es más extraordinario, tres de ellos murieron con 12, 13 1/2 y 14 1/2 años de edad. Una longevidad a la que los Bullmastiffs británicos modernos nos tienen poco acostumbrados...

Bulldozer off Bullmas

Con la llegada de la Guerra y cómo era lógico, se perdió el interés por los perros y por las Exposiciones y durante algunos años la propia Crufts vio interrumpida su secuencia anual; felizmente, sin embargo, para nosotros, el Bullmastiff --al contrario que tantas otras razas, incluido el Mastiff-- sufrió bastante menos de lo que cabria pensar, las consecuencias de la dramática confrontación bélica que enfrentó al Mundo y que casi asoló por completo el país, y, de hecho, hubo incluso muchos ejemplares que fueron utilizados en labores de salvamento y de mensajería en el frente, por la Cruz Roja.

Bullmastiff en la Cruz Roja II Guerra Mundial

Aún así durante ésos años el número de inscripciones bajó considerablemente; entre 1940 y 1944, sólo se registraron 647 ejemplares en total, frente a los 451 de 1951, los 598 de 1956 y los 784 del año 47. De hecho, en 1949 se llegó a la cifra récord de 927 inscripciones en un año, cifra que no volvió a ser superada hasta cuarenta años más tarde, cuando en el año 1989 se inscribieron nada más y nada menos que 1.235 ejemplares.

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito).

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