Cargando Busqueda de la Web
|
Algunos expertos afirman que el noventa por ciento de las patologías caninas están directamente relacionadas con una nutrición deficiente. Ya hemos visto que, efectivamente, en los últimos cincuenta años parecen haberse multiplicado los problemas de salud en los perros, y no solo porque se diagnostican muchas enfermedades de las que antes apenas se había oído hablar sino y sobretodo porque aparecen más temprano, en animales relativamente jóvenes de apenas cuatro o cinco años de edad, que no han alcanzado todavía la etapa senescente. Los perros de hoy no parecen estar del todo bien, ni física ni emocionalmente y los problemas del sistema inmune, los defectos genéticos y las enfermedades crónicas están al orden del día. Por eso son cada vez más los propietarios y los criadores que se están sumando a las nuevas teorías que abogan por el uso de alimentos frescos y naturales con los que nutrir a sus perros; hay una corriente, casi una revolución, sobretodo en los Estados Unidos y en Canadá, y también en Australia, que está incorporando cada vez más adeptos a una forma de nutrición mucho más cercana a la que es connatural al cánido salvaje y que debiera serlo también al perro doméstico. En pocos años las estantes de las librerías se han visto inundadas con cientos de nuevas obras que abogan por la alimentación a base de productos cárnicos frescos, de huesos, de verduras y hasta de frutas. En casi todos los casos los autores recomiendan que además de emplear alimentos naturales, en crudo o levemente cocinados al vapor, se suplemente la dieta con distintos tipos de vitaminas y minerales, de algas y de otros productos de lo más variados y variopintos. Y, realmente, si nos paramos a pensar en lo que ya hemos visto al principio, de cómo se alimentan los primos salvajes de nuestras mascotas peludas, no parece que vayan tan desencaminadas estas teorías de volver a una alimentación más natural y más racional. ¿Dónde está entonces el problema? Indudablemente a todos se nos ocurren varias respuestas. Por un lado, la falta de tiempo para ponerse a preparar, a diario, unas dietas adecuadas y equilibradas, variadas, sabrosas y nutritivas para nuestros perros, cuando la mayoría de nosotros ni siquiera tiene tiempo para cocinar para sí mismo algo especialmente delicioso y atractivo. De otra parte, la falta de conocimiento específico de la materia, que propicie el hacerlo y hacerlo bien. También, el temor a que ciertos productos frescos (sobretodo carnes y vísceras), si ingeridos crudos, pudieran significar que los animales se infesten de parásitos intestinales. La lista de dudas es realmente interminable... Claro que los autores de muchos de esos libros nuevos, comparten con sus lectores y seguidores una buena cantidad de recetas, explicando por qué se debe utilizar tal o cual ingrediente y por qué ese otro no, indicando incluso las cantidades aproximadas recomendadas según la talla, el peso y la edad de los perros, etc., etc.; es decir que puestos a buscar sugerencias sobre dietas y respuesta a nuestras inquietudes, indudablemente las vamos a encontrar. Y más de una... y ahí radica otro de los problemas. Que son varias las teorías disponibles, que cada maestrillo parece tener su librillo y que, así las cosas, si nos ponemos a leer no uno sino varios de los libros disponibles, acabamos con las ideas todavía más confusas, porque entre unos y otros existen muchas disparidades de criterio y son incluso, demasiadas veces, contradictorios. De lo que no hay duda es de que casi cualquier perro acostumbrado durante años a una alimentación monótona, que sale de un saco o de una lata, cuando finalmente acepta y se acostumbra a comer alimentos frescos (algunos los aceptan desde el primer momento, pero otros no tanto y pueden ser incluso bastante reticentes al menos en primera instancia), se ve más vigoroso, más activo, más saludable en muy poco tiempo. El cambio a mejor es radical y sobretodo muy rápido e incluso esos perros que ya parecían estar sanos, se ven todavía más sanos, más esplendorosos, más relucientes. E irradian una nueva vitalidad que asombra a todos. Los fabricantes de piensos, una industria que mueve miles de millones en todo el Mundo, advierten de las posibles carencias que una alimentación natural puede tener para el animal, y es lógico que lo hagan, porque indudablemente tendrían mucho que perder si de la noche a la mañana aumentaran significativamente los detractores de la alimentación preparada y, como consecuencia de ello, su negocio se viniera abajo. Y es cierto que si al perro se le alimenta exclusivamente con cuatro ingredientes, siempre los mismos, pueden generarse ciertas carencias nutricionales. Pero no lo es menos que, alimentados con pienso, también acaban por presentar esas y otras carencias. Quizás por ello la respuesta esté en el término medio; en conseguir un equilibrio justo entre la dieta comercial y los aportes suplementarios a base de alimentos frescos, aportados de forma regular. ¿Sabía usted que...? Los perros tienen cuatro tipos de papilas gustativas:
Sorprende constatar que no haya ningún grupo de papilas específicas para detectar los sabores salados, pero ello puede deberse casi con certeza al hecho de que, en estado salvaje, reciben el necesario aporte de sodio a través de la carne que consumen y no tienen pues que procurar sal en ninguna otra fuente alimenticia. LOS PROS DE LA COMIDA CASERA
CONTRAS DE LA COMIDA CASERA
LA DIETA NATURAL PARA PERROS UN EJEMPLO PRÁCTICO Carne Debe constituir tres quintas partes del menú diario. Cruda y picada de pollo, pavo, cordero, ternera, vaca buey (pero no cerdo ni conejo); también sirven las vísceras especialmente corazón, lengua, callos, hígado, riñones, mollejas y glándula del timo. Especialmente zanahorias, bróculi, la mayoría de las verduras de hoja oscura, espárragos blancos y verdes frescos, guisantes, remolacha, coles de Bruselas, coliflor, repollo, lombarda, berza, apio, col rizada, lentejas, calabaza, brotes de alfalfa, y de soja, calabacines, batata dulce, nabos, etc. (pero no lechuga, ni pepino, ni espinacas, ni rábano). Frutas Pueden alternarse con las hortalizas Para una mayor variedad y sobretodo por la comodidad del propietario y de lo que tenga más a mano cada día en su cesta de la compra. Cereales* Pueden constituir una quinta parte de la dieta Pero no a diario, sino alternándolos con huevos y derivados lácteos (ver más abajo) Huevos Pueden constituir una quinta parte de la dieta Siempre alternándolos con los cereales y los derivados lácteos, de tal manera que a la semana el perro pequeño no consuma mas de un huevo, el mediano dos y el de talla grande/gigante un máximo de tres. Siempre cocidos (durante 4-5 minutos), CON SU cáscara, que deberá ser triturada hasta reducirla a un polvo denso. Derivados lácteos: Pueden constituir una quinta parte de la dieta Siempre alternándolos con los huevos y los cereales. La leche de vaca no es recomendable pues causa problemas digestivos (recordemos que en estado salvaje los perros sólo beben leche durante la lactancia!). Aceites: A diario Un chorrito de aceite de oliva, a diario y otra de aceite de hígado de bacalao (esporádicamente) mezclado con el alimento es una excelente fuente de grasa vegetal de la mejor calidad, lo mismo que una nuez de mantequilla fresca (a diario) en sustitución del aceite de oliva. Suplementos: A todo lo anterior habría que añadir uno o más de los siguientes suplementos, teniendo en cuenta que incluso la comida fresca y cruda de hoy día (debido al uso y abuso de insecticidas, pesticidas, etc.) no es todo lo "natural" que se quisiera. Vitaminas C y E (hidrosolubles), aptas para el consumo humano, en cantidad igual a la dosis recomendada para niños o adultos, dependiendo de la talla Importante: Una Web muy interesante para alimentar naturalmente a tu perro www.saintlaurent.es, sirven comida cruda congelada _________________________________
(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y/o Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito) |