Nairobi de Castro-Castalia

He aquí una condición sumamente frecuente en la raza Bullmastiff y de manera muy especial entre ejemplares de manto leonado claro y muy claro. Podrían contarse muchas cosas sobre el origen de esta condición, pero ateniéndome a lo que ocurre en la raza Bullmastiff, diré que por lo que yo he venido observando en una gran mayoría de perros afectados, suele originarse cuando el animal está bajo ciertas condiciones de estrés medioambiental o presenta algún tipo de sensibilidad a la formulación del pienso, sobretodo si este es muy alto en proteína.

Curiosamente, Chris, a lo largo de sus casi veinte años como Criadora de Bullmastiffs, pudo observar que mayoritariamente los perros que se ven profusamente afectados por esta condición, son ejemplares de origen británico muy relacionados con ciertas familias y líneas de cría muy concretas y un gran porcentaje de ellos no sólo presentan un manto leonado claro (arena o similar) sino que por lo general son animales con escasa pigmentación, máscara clara y poco definida, orejas claras ojos amarillos y muchas veces también, lo que ella llamaba manto bicolor, aquél en el que el perro presenta un color más dorado sobre el testuz, el cuello, el dorso, la parte externa de las patas y la parte superior de la cola y amarillento o casi blanquecino en mejillas, parte anterior del cuello, pecho, región abdominal y vientre y cara interior de las patas.

El caso es que casi siempre se trata de perros que están sometidos a alto grado de estrés, bien porque sean empleados como reproductores o porque estén continuamente viajando de un lado a otro para ser presentados en exposiciones caninas.

La condición, en estos casos, parece ser inherente a la raza y muchos de los propietarios creen que cuando adquieren un Bullmastiff, adquieren con él, los hotspots y se resignan de por vida a convivir con un animal afectado por esta condición.

Además, sus criadores y/o los Veterinarios suelen recomendar que al animal afectado le bañe con frecuencia, se le apliquen cremas compuestas a base de corticoides y se les trate con antibióticos específicos para problemas de piel e infecciones por estafilococos. Pero curiosamente, la mayoría de las veces el problema no acaba de remitir del todo y se vuelve recurrente. Curan unos “hotspots” y aparecen otros. Y, para colmo de males, los perros presentan un olor corporal muy intenso e ingrato y, por si fuera poco, pierden mucho pelo, siendo este muy grasiento y de tacto desagradable.

Las buenas noticias son que en el caso de Bullmastiffs de manto leonado rojo, rojo intenso o atigrado caoba, el problema de los “hotspots” y su incidencia se reduce muy significativamente. Y no sólo eso, sino que por lo general, cuando aparece el primer “hotspot” suele bastar con cambiar la dieta del animal (utilizando un pienso con menos aporte de calorías) y/o dejar de bañarle, pues casi siempre el “hotspot” es consecuencia casi exclusiva de un exceso de grasa en la comida o de la alteración que los baños producen en el pH de la piel.

Otras veces, a estas dos medidas bastará añadir una tercera que es limpiar la zona afectada, recortar todo el pelo de alrededor, eliminar las costras que se hayan podido formar, aplicar medio limón sobre la herida y restregarlo bien para sacarle todo el jugo y continuar aplicando medio limón, dos veces al día durante un periodo máximo de cuatro o cinco, tiempo más que suficiente para eliminar el problema. Posteriormente el pelo volverá a crecer y no quedará ni rastro del “hotspot” en cuestión.

¿Sencillo, verdad? Y sin embargo, totalmente efectivo en estos casos en los que el “hotspot” es la consecuencia de una dieta inadecuada o de lavados frecuentes y totalmente desaconsejados en el Bullmastiff.

En los otros casos, como dije antes, hay una incidencia hereditaria y ahí ya no voy a entrar, porque sería necesario realizar una selección para evitar males mayores, algo a lo que la mayoría de los “pseudo-criadores” que habitualmente se dedican a la crianza de Bullmastiffs difícilmente estarán dispuestos.

Personalmente puedo afirmar que los casos de “hotspots” entre ejemplares “CASTRO-CASTALIA” siempre han estado relacionados con el exceso de celo de los propietarios que desoyendo mis recomendaciones han cambiado la dieta de sus perros y les han bañado regularmente. Y cuando finalmente han consultado conmigo a ese respecto y les he demostrado con la evidencia que el “hotspot” desaparece si desaparece la causa que lo produce, no se han vuelto a repetir.

(Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito)

LAS FOTOGRAFIAS SON MERAMENTE ILUSTRATIVAS NO UNA INDICACION DE QUE LOS EJEMPLARES PADEZCAN DICHA ENFERMEDAD.