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Mientras en España y Portugal desaparecían los “Perros de Toros”, en Gran Bretaña los guardabosques buscaban un perro polivalente y capaz de realizar su trabajo de forma impecable, siguiendo durante horas e incluso días el rastro de los cazadores furtivos y sus perros (los enrabietados y muy agresivos “lurcher”, que se cree podrían estar en el origen de los actuales Pit Bull), sin hacer ningún ruido para no darse a conocer; perro que tenía que ser sumamente resistente y capaz de desenvolverse en terrenos difíciles y bajo todas las condiciones climáticas posibles. Y no sólo eso sino que pudieran acechar, localizar, derribar e inmovilizar al objetivo, resistiendo los ataques enfurecidos de los pequeños "lurcher" que, en gran número, acompañaban a los ladrones. Darwin de Castro-Castalia Con todo esto en mente, los guardabosques tuvieron claro, desde un principio, que esos perros, a los que llamaron “Gamekeeper’s Night Dogs” o, más sencillamente “Night Dogs”, tenían que ser especialmente fieles, fáciles de educar y de controlar, dóciles con el amo y su familia, obedientes, inteligentes, y al propio tiempo no excesivamente agresivos, aunque sí muy perseverantes, puesto que de lo que se trataba es que persiguieran y acorralaran a los ladrones, pero en ningún caso les dañaran con la boca, toda vez los hubieran derribado e inmovilizado y mientras sus amos los esposaban para remitirlos a las Autoridades. Ankara de Castro-Castalia Todo lo anterior nos sirve sin duda para comprender por qué hoy en día, y desde su pleno reconocimiento oficial como Raza, que tuvo lugar en el año 1924 en Gran Bretaña, el Bullmastiff es un animal que se ha incorporado plenamente a la vida de familia resultando muy hogareño y especialmente tranquilo, además de sumamente cariñoso con los más pequeños de la casa.
Porque si algo le define y le caracteriza es precisamente el hecho de que se trate de un animal discreto, afable, que adora sentirse mimado e integrado como uno más de la casa y que si bien en su convivencia diaria apenas lo demuestra (es discreto hasta para eso), tiene un finísimo sentido de la propiedad y de la discriminación que le convierten en un guardián excepcional e instintivo, si las circunstancias lo requieren, aunque raramente haga alarde de ello si no es realmente necesario. Nabucco de Castro-Castalia De hecho, al contrario que la gran mayoría de los llamados “perros molosoides”, el Bullmastiff se caracteriza todavía hoy precisamente por no hacer uso de la boca, cuando se ve en la necesidad de defenderse, si no es en ultimisima instancia. Y de hecho, uno de los mayores fracasos y ridículos lo viven los pseudo-adiestradores, que nada saben de la raza ni de sus peculiaridades, cuando intentan provocar un ataque y forzar a un Bullmastiff a entrar a la manga. Los Bullmastiff perfectamente equilibrados reaccionan de una forma muy curiosa ante esta situación; miran al individuo que tienen delante largamente, con un gesto muy particular que podríamos incluso interpretar como de mofa, y luego se apartan y se alejan despectivamente para acabar yendo a orinar en algún árbol o muro cercano. Ni un intento de agresión, ni siquiera un ladrido; solo el desprecio. Zen de Castro-Castalia Pero esto no significa que en caso de necesidad el Bullmastiff no vaya a saber cómo actuar ni cuando. Nada de eso. Si la situación realmente lo requiere, entonces es un perro capaz de mostrar su más ancestral instinto, sin que previamente haya necesitado adiestramiento alguno; se levantará sobre sus patas traseras, ayudándose con ese timón del que hablábamos antes para mantener el equilibrio, y se abalanzará con todo el empuje posible y toda la fuerza sobre el atacante, derribándolo e inmovilizándolo, tal y como esperaban de él los antiguos Guardabosques. Pero sin hacer sangre. Porque el Bullmastiff perfectamente equilibrado, adecuadamente socializado y correctamente educado, será incluso en esa situación un verdadero Gentleman, como lo fueron sus antepasados. Trampas de Castro-Castalia e Ines El bullmastiff no es un perro típico de guarda y defensa, error común en su catalogación, a él no le importan nuestras propiedades, un bullmastiff equilibrado dejara pasearse a un intruso, le mirara fijamente, esperando sus reacciones, no hará nada mientras el no considere que hay peligro, el defiende lo que hay que defender, ! SU FAMILIA ¡, nuestra familia, a todos y cada uno de ellos, siempre y cuando se encuentre plenamente integrado en nuestra "manada humana", sus cualidades y características le hacen un perfecto defensor de personas, para el resto están los seguros.
Para hacer de él un perro perfectamente sociable y encantador, basta pues con ofrecerle una vida “en familia”, en la que se sienta parte integrante de esa “manada humana”; enseñarle desde cachorro a obedecer y respetar a todos los miembros de la casa y haber elegido –y esto es fundamental— un criador verdaderamente empeñado en preservar y fomentar todas estas particularidades de su carácter; una persona perfectamente responsable que haya sabido ofrecer a toda la camada un óptimo imprinting y una perfecta socialización.
Importante es también que, al contrario de lo que se piensa, el cachorro haya tenido ocasión de permanecer con el resto de la camada y la madre al menos hasta las 12 o, menor incluso, las 14 semanas, porque hemos de tener en cuenta que esta raza madura más lentamente que la mayoría de sus congéneres y por lo tanto, separarlo de su familia canina a la edad de ocho semanas e incluso a veces antes, constituye un grave error por cuanto crea un desarraigo emocional que más adelante se manifestará en un comportamiento inseguro, algo que no es deseable en ningún perro pero menos aún en ejemplares de la talla, el peso y la envergadura de esta raza. Chris y Caramba de Castro-Castalia En los libros EL BULLMASTIFF y EL GRAN LIBRO DE LOS BULLMASTIFF Y MASTIFF se habla largamente de la personalidad y el carácter de esta raza, de sus cualidades y peculiaridades y, también, de cómo educarles adecuadamente para que cumplan a la perfección como guardianes y compañeros. (Texto original, escrito por Christina de Lima-Netto y Federico Baudin específicamente para esta página Web y protegido con Copyright. No puede ser reproducido ni total ni parcialmente por ningún medio, sin el expreso consentimiento de Castro-Castalia por escrito). |