Como siempre, vaya por delante mi agradecimiento mis amigos, que son mis mejores críticos y también quienes me animan e impulsan a empezar cada nuevo proyecto con más ahínco si cabe, que el inmediatamente anterior.

A mis lectores les doy también las gracias por confiar en mi trabajo y animarme a seguir adelante con sus comentarios, sus felicitaciones y su simpatía cuando me abordan por la calle, un aeropuerto, una tienda o en una Exposición canina y casi recitan de memoria este o aquél párrafo de alguna de mis obras, haciendo ver que realmente se las saben del derecho y del revés o cuando me escriben una carta, un fax o un correo electrónico para consultarme esto o aquello y para animarme a continuar escribiendo sobre nuevos temas que, incluso a veces, me sugieren ellos mismos.